miércoles, 17 de febrero de 2016


Jutta Kleinsmith
Jutta Kleinschmidt nació el 29 de agosto
Resultado de imagen de Jutta Kleinsmithde 1962 en Colonia. Como no tenía dinero para un coche, a los dieciocho años se compró una moto destartalada con la que empezó a correr como turista en el Rally de los Faraones de 1987, y después, a participar en carreras de motocicletas hasta 1992, año en que se proclamó campeona del citado rally en la categoría de motos femenina.

Ese año descubrió el atractivo de los coches de competición, a bordo de un buggy, como copiloto del propio Schlesser, con quien debutó en 1993, con quien tuvo una relación. La relación que se prolongó hasta el Rally París-Dakar de 1998, cuando la pareja rompió, porque Schlesser, que iba por detrás de Jutta, la obligó a detenerse, ya que no podía soportar que ella fuera más rápida.

En 1994 debutó ya como piloto titular en el raid de Tunicia. Con un buggy de la escudería de Schlesser, en 1997, fue la primera mujer que ganó una etapa del París-Dakar. Dicho año, además, acabó quinta en el Dakar-Agadés-Dakar, en el que se convirtió también en la primera mujer que ganaba una etapa. Después, a fines de 1998, fichó por Mitsubishi, equipo con el que logró su primer podio en 1999 y con el que alcanzó la tercera posición del París-Dakar del mismo año. En la Copa del Mundo de Rallies Todoterreno de 2000 fue subcampeona con 233 puntos, por detrás de Schlesser, con 406, quien le arrebató el liderato en los últimos kilómetros. Jutta ganó en el París-Dakar de 2001.


Símbolo femenino

Después de este sonado triunfo, Jutta se convirtió en un símbolo de la igualdad entre sexos en Alemania y en otros países, y algunos medios se apresuraron a endosarle sobrenombres como el de la
Domadora del Desierto y otro más manido, la Dama de Hierro de los Rallies, con los que aseguró que no se sentía nada a gusto, pues simplemente se consideraba un piloto más entre los hombres. Pero esa victoria sobre todo acalló a quienes aseguraban que una mujer jamás podría ganar un rally tan competitivo y difícil.

En marzo de 2001, la vencedora del París-Dakar confirmó su posición en el mundo de los rallies al ganar las cinco etapas del segundo tramo del Mundial de Rallies. Ella impidió que Schlesser la adelantara, hasta el punto de hacer que se retirara de la carrera. No había duda de que Jutta se había convertido ya en una obsesión para los hombres

 

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